En la suite mas costosa del mejor hotel de la ciudad de Monterrey los empleados del hotel se sorprenden cuando entra una chica con una bata transparente que hacia totalmente visible su ropa interior.
Con un espectacular cabello rojizo ondulado alborotado pero no perdía su forma llegando con demasiada seguridad al mostrador principal de servicio expresándose un poco desesperada, fácilmente se podía notar que tenia un ligero retraso.
- Buenas tardes por favor llévenme rápido a la suite de lujo ya me registraron mi nombre es Paola Marlana
la señorita que esta de encargada en turno se muestra nerviosa ante tal enorme derroche de sensualidad. Mientras ella estaba siendo guiada en la suite se escuchaba una platica de motivación para desatar el sexo mas salvaje que estaba previsto para esa tarde.
La primera vez que sentí atracción por una mujer tenia 14 años y ella también era compañera de mi escuela y usaba un perfume que impregnaba todo aun estando a dos metros de distancia.
Cuando tenia esa edad sufría un problema con la comida y en especial con la comida azucarada, mi madre no lo notaba por que ella estaba mas ocupada con su nuevo novio que en realidad eran cuatro tipos que en mi, por eso siempre me mantenía tranquila complaciendo mis deseos de comida. Mi desayuno favorito eran hot cakes con arta mermelada de fresa y el día que me enamorare de esa niña recordaba su aroma, esto tenia una conexión con mi alimentación descontrolada.
Ella era una niña de buena familia que la obligaban a tener buenas calificaciones pero hasta ahora comprendo que ella tenia una pasión enorme por la música, ella formaba parte de la orquesta de la escuela y sabia tocar perfectamente todas las escalas de un acordeón diatonico sorprendente para su edad.
El primer contacto que tuve con ella me rechazo totalmente cosa que yo podía olvidar fácil pero me era imposible por que en cada contacto que tenia en mi boca con algo que tuviera sabor a fresa ponía mi pequeño pene demasiado erecto y desde ese momento me enseñe a conectar todos mis sentidos con el placer sexual, es como si hubiera un dios del sexo y ahí me eligiera como su hijo consentido dotándome de un poder sexual enorme y en agradecimiento a este atributo me presto para todas las personas que deseen tener sexo fuera de este mundo lo logren atra ves de mi.
En ese momento escuchan que llaman a la puerta y Alfonso voltea con un gesto tratando de dar seguridad a la mujer del tipo conservador que tenia desnuda en la cama de la suite que miraba con deseo a la mujer que entraba a la habitación una reacción milagrosa para una mujer que solo ha tenido sexo convencional.........