El Guitarrista que vendio su alma al diablo...

domingo, enero 12, 2014

Biografia

Robert Johnson nacido como Robert Leroy Johnson (8 de mayo de 1911 16 de agosto de 1938) fue un cantante, compositor y guitarrista estadounidense de blues conocido como "El Rey del Delta blues." Sus grabaciones de 1936 a 1937 muestran una notable combinación de canto, habilidades de guitarra, y talento en la composición que influenciaron a generaciones de músicos, a pesar de solo haber dejado un registro de 29 canciones. Su enigmática vida, pobremente documentada, y muerte a la edad de 27 años han dado lugar a la creación de muchas leyendas sobre su persona.
Es considerado como el "El Abuelo del Rock-and-Roll", su locución, la originalidad de sus canciones y su estilo de tocar la guitarra ha influido a una gran gama de músicos incluyendo a John Fogerty, Bob Dylan, Johnny Winter, Jimi Hendrix, The Yardbirds, Led Zeppelin, The Allman Brothers Band, The Rolling Stones, Paul Butterfield, Queen, The White Stripes, The Black Keys, The Band, Neil Young, Warren Zevon, Jeff Beck, y Eric Clapton, quien lo llama "El más importante músico de Blues que haya vivido".] Ocupó el 5º puesto en la lista de "Los 100 más grandes guitarristas de todos los tiempos" de la revista Rolling Stone. Fue incluido en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1986 en la categoría de "Early Influence" (Influencias tempranas)

La Leyenda

La leyenda de Robert Johnson, es simple, sencilla y llena de matices oscuros, según la misma, Robert se convirtió gracias a un pacto con Satanás en el mejor guitarrista de blues de todos los tiempos, y solamente tuvo que ofrecer su alma en un cruce de caminos y a cambio de este favor, disfrutaría de las mieles del mejor blues jamas tocado por 8 años, los mismos que le bastaron para volverse inmortal entre los inmortales.

Robert Leroy Johnson vio la luz un 8 de mayo de 1911, producto de una relación fugaz de un extraño que pasaba por un miserable pueblo de Mississippi y su madre. Robert no supo que su apellido era Johnson hasta que al entender el “modus vivendus” de su señora madre, ella le confesó su origen, así como también le reveló su apellido, a partir de ese momento se empezó a llamar Robert Johnson.

Sin embargo, Robert Johnson además de cambiar su apellido al enterarse del nombre de su padre, cambiaba de nombre y apellido como quien cambia de calcetines, ya que además de su afición por el blues también tenia una afición por las mujeres, y no se detenía mucho a investigar si estas eran o no casadas, por lo tanto trataba de evitar ser localizado por los esposos de estas. A pesar de esto se casò muy joven, pero para su mala suerte su esposa y su hija murieron en 1930, durante el parto.

La Leyenda del pacto con el diablo se acrecienta porque en sus inicios (a partir de 1930 que para mitigar el dolor de la pèrdida de su hija y esposa se refugia en el blues) Robert era un guitarrista modesto, sin mayor gloria que cualquiera de sus contemporáneos, y de repente (según la leyenda) se volvió en un maestro de la ejecución guitarrística, esto no podría ser otra cosa mas que producto de un pacto con Satanás, sin embargo la explicación de lo que en verdad sucedió es mas lógica pero -claro esta- menos misteriosa, Robert se casó por segunda ocasión (no se sabe con precisión en que año) con Esther Lockwood, pero lo que si se sabe es que esta mujer si bien no era millonaria, si tenia una modesta fortuna que le permitía a Robert vivir sin trabajar, y dedicar mas tiempo a la guitarra, obviamente con tanto tiempo para practicar era evidente que mejorára notablemente su técnica, pero no fue de un día a otro que adquirió sus habilidades.



Otro de los síntomas de su pacto con Satanás, era que Robert tenía un carácter fuerte y violento, desde que hizo su pacto para tocar mejor, se iba por la puerta trasera del escenario, sin decir “gracias”, por lo cual la gente decia que una vez terminadas sus presentaciones se desvanecia por obra del diablo.

Historicamente se sabe que en dos sesiones de grabación, Robert dejó estampada toda su obra. Éstas se llevaron a cabo el 23, 26 y 27 de noviembre de 1936, en una habitación del Hotel Gunter de San Antonio (Texas) y, posteriormente, el 19 y 20 de junio de 1937, en un edificio de oficinas de Dallas. Fueron un total de once los discos de 78 r.p.m. que se editaron durante la vida de Robert Johnson, uno más se conoció una vez que la vida del músico se había apagado. Su obra alcanzó las 29 composiciones. De algunas de ellas dejó grabadas varias versiones. Un total de 42 grabaciones se conocen en la actualidad.

Ahora bien tenemos un hecho histórico real, Johnson, con su guitarra acústica Gibson semidestruida, realizó las grabaciones de cara a un rincón contra la pared. La leyenda atribuye que esto se debía a que no quería que vieran sus ojos mientras era poseído por Satanás para interpretar sus melodías.



En algunas de sus canciones Johnson hace alusiones a ese posible pacto. En “Cross Road Blues”, por ejemplo, se habla de un cruce de caminos que muchos consideran como el lugar señalado para su encuentro con Lucifer. Por otra parte, en “Me and The Devil Blues”, se dice: “Early in the morning, when you knock at my door, Early in the morning, when you knock at my door, I said Hello Satan, i believe it’s time to go”. (Temprano en la mañana, cuando golpeas a mi puerta, digo Hola Satán, creo que es tiempo de partir).

El 16 agosto de 1938 el diablo cobró su deuda con Robert Johnson pues, como se sabe, un pacto es un pacto y más si se trata de un pacto con “el diabólico”. Johnson murió a la temprana edad de 27 años, dos años después de realizar las históricas grabaciones.
La historia señala que Johnson tuvo un amorío con la joven esposa del dueño de uno de los tantos bares en donde estaba tocando, el hombre indignado, envió a Robert una botella de whisky. A mitad de la botella, el guitarrista dejó de tocar. Salió a la calle sintiéndose fatal. El whisky llevaba estricnina. Dos semanas después, Johnson moría.

Esta fue la vida de Robert Johnson , mitad historia y mitad leyenda, sin embargo, esto no le resta la importancia y el respeto que se merece por su técnica con la guitarra.

I went down to the crossroad
fell down on my knees
I went down to the crossroad
fell down on my knees
Asked the lord above “Have mercy now
save poor Bob if you please"


descansando en el blues


Datos curiosos:

Según la leyenda Robert Johnson vendió su alma al diablo en el cruce de la autopista 61 con la 49 en Clarksdale (Mississippi), a cambio de interpretar el blues mejor que nadie

El 27 es un número familiar dentro del rock, ya que artistas como Jimmy Hendrix, Jim Morrison, Janis Joplin y Kurt Cobain tuvieron su trágico final a esa misma edad.

En 1961 se produjo la primer reedición de sus canciones, luego se realizaron otras reediciones, pero recientemente, en 1990, Robert Johnson alcanzó un importante reconocimiento popular con la edición del CD "Complete Recordings", con los 29 temas que él dejó grabados.

Bien fuera un pacto o las numerosas horas de estudio, la técnica depurada de Robert Johnson, unida a su voz un tanto fantasmal, se muestran magníficos en un buen número de temas continuamente revisados en el mundo del blues. Muchos de los que conocieron a Robert Johnson personalmente no dejaban de sorprenderse del talento de este joven músico. Los que viajaron y tocaron con él cuentan que podía mantener una conversación en una reunión llena de gente con la radio sonando de fondo sin prestarle aparentemente demasiada atención y al día siguiente tocar nota por nota cada una de las canciones que se habían emitido.

Alcanzó tal sofisticación que superó a todos sus contemporáneos y marcó las pautas que artistas como Elmore James y Muddy Waters emplearon en el desarrollo del r&b. Una anécdota curiosa, que pone de manifiesto el virtuosismo de Johnson, está protagonizada por Keith Richards, guitarrista de los Rolling Stones, quien, tras escuchar a Robert Johnson por primera vez, enseguida quiso saber quien era el otro guitarrista. Richards no podía creer que fuese una sola persona el que tocaba.


”Otra leyenda asegura que Johnson tuvo un pupilo, un protegido que también trató de iniciar en la adoración del demonio, pero éste chico era tan brillante, que en una ocasión, ante un público enloquecido en un bar rural de mala muerte se enfrentó cara a cara con el diablo y su esbirro, venciéndolos en un duelo a la medianoche, desde entonces, el alma de Robert Johnson le perteneció a él y nada mas que a él..."




“Para aprender a tocar todo lo que quieras y componer tus propias canciones, tienes que llevar tu guitarra a un cruce de caminos, al lugar donde dos caminos se cortan. Ve allí y asegúrate de estar en el sitio preciso antes de la medianoche; entonces, coge la guitarra y toca algo tuyo. Un hombre grande y negro irá hasta allí, cogerá tu guitarra y tocará para ti, hará sonar tu canción y te devolverá la guitarra. De esta forma aprendí todo lo que necesito para tocar.”

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